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Artículo / Obesidad ... como prevenirla?


La Obesidad aquí en el Ecuador… Qué podríamos hacer para evitarla?

La obesidad es una enfermedad multifactorial determinada por el acrecentamiento de tejido adiposo y peso corporal; se considera metabólica ya que puede presentarse una disfunción del sistema metabólico, a la que llamamos obesidad endógena; y nutricional provocada por un desbalance entre la ingesta calórica y el desgaste energético consumida en procesos metabólicos, a la que se le conoce como obesidad exógena. La obesidad nutricional se da por el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético, es decir, se consume más energía y se gasta menos por falta o ausencia de actividad física.


Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), en el Ecuador 3 de cada 10 niños sufren de obesidad, habiendo mayor prevalencia en mestizos y blancos y mayoritariamente en niños, mientras que en la etapa de adolescencia se ve más afectado el género femenino con un 26%.


Por otro lado, el 73.9% de adultos entre 40 y 49 años sufre de sobrepeso y obesidad, y el 75% entre 50 y 59 años, es decir, 5'558.185 de ecuatorianos.


Las provincias donde hay mayor incidencia son Galápagos, Azuay, Carchi y El Oro, y se observa que esta aumenta conforme el nivel económico es más alto.


El exceso de grasa y peso corporal amenazan las funciones orgánicas poniendo en riesgo la salud, involucrando enfermedades como la hipertensión, diabetes, dislipidemias, problemas cardiovasculares, respiratorios, hígado graso, apnea obstructiva del sueño, síndrome metabólico, aumento resistencia a la insulina, etc. Todos estos problemas de salud han afectado al adulto y adulto mayor, hoy en día ya la padecen niños y adolescentes.


Específicamente la diabetes y la hipertensión son las dos primeras causas de muerte aquí en el Ecuador.


Se ha visto que el problema comienza en los hogares debido a los malos hábitos como el pasar mayor tiempo frente al televisor o equipos electrónicos y dejar de lado la actividad física contribuyendo así al sedentarismo, poca o nula importancia al consumo del desayuno, desbalance entre calidad y cantidad alimentaria, poca variedad de alimentos, desorden de horarios de comidas, periodos largos de ayuno, ausencia de control de padres, alimentación alta en grasas, azúcares, carbohidratos y/o consumo excesivo de alcohol, poco consumo de frutas, vegetales, agua, fibra.


Hablando del gasto energético, la actividad física va a depender de la flexibilidad, capacidad del movimiento articular, tolerancia muscular y cardíaca y de la persona. Se puede tomar al ejercicio físico como recreativo, laboral o deportivo, siempre recordando que es vital para el desempeño del organismo y para gozar de buena salud acompañado de una correcta nutrición.


Según ENSANUT, en el Ecuador más del 34% de adolescentes son sedentarios, y tanto los niños como adolescentes demandan entre dos a cuatro horas para ver la televisión, videojuegos, etc. Por otro lado, a nivel nacional se identificó que las mujeres adultas son más sedentarias que los hombres adultos, siendo estos medianamente activos en un 55%.


Todos debemos ser activos, no hay pretextos para no gastar energía, las personas que tienen limitaciones para hacerlo, pueden hacer gimnasia pasiva mínimo 30 minutos 3 veces a la semana e ir incrementando hasta lograr por lo menos 1 hora diaria.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar mínimo 150 minutos a la semana, es decir, 30 minutos 5 veces por semana o 50 minutos 3 veces semanal.


Para prevenir la obesidad y enfermedades asociadas, se debe comenzar por una adecuada alimentación familiar.



- Alimentarse de forma fraccionada con todos los grupos de alimentos: lácteos, carbohidratos, frutas, vegetales, cárnicos, azúcares, grasas y agua.


- Dar variedad de preparaciones, evitar excesos de un solo grupo, en el Ecuador es muy común consumir excesivamente o incorrectamente los carbohidratos como el arroz y la papa.


- Controlar el consumo de grasas saturadas, frituras y/o apanaduras, preferir grasas vegetales crudas.


- Aumentar el consumo de frutas y vegetales, ya sean en jugos, ensaladas, sopas, etc.


- Planificar las compras en el supermercado en base a preferencias y/o disgustos alimentarios, teniendo en cuentas un menú de comidas semanales o quincenales.


- Aprender a leer etiquetado nutricional y saber interpretar adecuadamente el semáforo nutricional de los alimentos.


- En lo posible, tener momentos agradables en la comida, sin televisión, periódicos ni celulares y hacerlo por lo menos con un miembro de la familia.


- Hidratarse constantemente durante el día, se debe consumir mínimo entre 6 a 8 vasos de agua al día.


- Establecer horarios de comidas, tiempo frente al televisor, actividad física y entretenimiento familiar.


- Aprender a gastar energía de forma individual y/o grupal, realizar por lo menos 30 a 40 minutos de actividad física durante el día ayudará a gastar la energía consumida por lo alimentos, oxigenar mayormente nuestras células.


- Alimentarse conscientemente, esto contribuye a controlar la ansiedad. No comer mecánicamente ni masticar rápido los alimentos. Debemos tomar consciencia del acto de la alimentación.


- No restringir el consumo de alimentos sin aprobación de la Nutricionista, esto puede afectar la salud.


- Visitar al médico por lo menos una vez al año, para realizar chequeos de rutina.



Ningún alimento es malo, el exceso de su consumo puede llegar a ser perjudicial y contribuir con la obesidad, en el balance del consumo está el éxito. Aprendamos a negociar el consumo de carbohidratos, azúcares y grasas, para evitar excesos, así lograremos comer alimentos que nos gustan con placer y sin restricciones totales.


Nosotros como padres debemos comenzar por pequeños cambios en nuestra alimentación y hábitos familiares, esto solamente evitará grandes problemas de salud!!!

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